delfin
Los delfines son mamíferos marinos que, junto con el cachalote, la marsopa y las ballenas, forman parte de la familia de los cetáceos, y se ubican más específicamente dentro del orden de los odontocetos (animales marinos con dientes). Tienen un sistema de comunicación muy asombroso como veremos más adelante en estas líneas. Si no deseas perderte ni un solo detalle sobre la vida de estos interesantes animales marinos, continúa leyendo.
Populares por su gran inteligencia, estos animales, de nombre científico Delphinidae, se clasifican además en 34 subespecies, entre las cuales destaca el delfín común, el delfín manchado tropical y el delfín listado. Al mismo tiempo, los delfines oceánicos poseen un parentesco común con los platanistoideos, conocidos comúnmente como delfines de río.
Generalmente, los delfines alcanzan un tamaño que oscila entre uno y nueve metros de largo. Por ejemplo, el delfín de cabeza blanca, oriundo de Nueva Zelanda, apenas rebasa el metro y medio de longitud, mientras que la orca, popular por su color negro y su parche blanco cerca del ojo, es la especie más grande dentro de esta familia y puede llegar a medir cerca de diez metros.
El cuerpo fusiforme de estos animales hace que sean excelentes nadadores, y gracias al espiráculo u orificio que presentan en la parte superior de su cabeza, son capaces de respirar fuera del agua. La aleta caudal les permite desplazarse a gran velocidad, mientras que las aletas pectorales son utilizadas para direccionar el movimiento. Finalmente, los delfines poseen un hocico delgado y alargado que puede poseer entre 20 y 50 piezas dentales.
Cómo cazan los delfines
Los métodos de caza de los delfines son muy interesantes y no son pocos los científicos y biólogos que se asombran con las extraordinarias habilidades de estos animales. Los delfines son capaces incluso de cazar a más de 50 metros de profundidad, ya que, a pesar de no existir luz, pueden guiarse por un sistema de geolocalización muy avanzado que les permite incluso determinar el tamaño de la presa.
Mientras que la orca acostumbra a golpear los bancos de hielo para desequilibrar a sus presas y hacer que caigan al mar, algunos delfines utilizan otras estrategias mucho más ingeniosas. Por ejemplo, cuando se trata de un banco de peces, la manada de delfines nadará alrededor de ellos a gran velocidad para crear una especie de esfera, dentro de la cual quedarán atrapados los peces sin poder salir. De vez en cuando, uno de los delfines atravesará la “esfera” para agarrar tantos peces como pueda, mientras el resto continuará nadando alrededor.
Al mismo tiempo, los delfines también utilizan una técnica conocida como aquaplanning, a través de la cual arrastran a sus presas hacia aguas superficiales para poder someterlas sin dificultades. Finalmente, otra estrategia de caza muy empleada es la cortina de lodo, consistente en arrastrar a la presa hacia aguas superficiales para crear una cortina de lodo que le impida salir.
Cómo nacen los delfines
La reproducción en los delfines presenta características similares en todas sus subespecies. Básicamente, la reproducción consiste en dos etapas: el cortejo y el apareamiento. La ovulación de las hembras puede tomar lugar unas cuatro veces al año, algo que puede variar de acuerdo a la temperatura del agua y otras condiciones exteriores.
La gran mayoría de los delfines presentan rasgos bisexuales y polígamos (pueden copular con varios ejemplares). El macho jefe de la manada elegirá a la hembra antes que el resto, aunque esto puede dar lugar a enconadas disputas entre los ejemplares del mismo sexo. Al igual que el resto de los mamíferos, los delfines copulan mediante la penetración del macho a la hembra, generalmente durante la primavera. 12 meses después de la copulación (17 meses para la orca), la hembra dará lugar a una sola cría, debiendo esperar hasta dos años para poder concebir.
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